Por Carmen Molina
Glitter, ojos multicolores y una fuerte carga de pedrería de imitación son algunos de los llamativos elementos que visten las miradas de Euphoria, la serie de HBO que ha desatado un frenesí en el mundo del maquillaje desde que se estrenó.
Más allá de la narrativa y la increíble cinematografía de la serie en sí, uno de los highlights más importantes de esta serie es el maquillaje de cada uno de los personajes. Los llamativos looks se han hecho famosos por capturar a la perfección la esencia y expresión propia de cada personaje… una estética característica de la Generación Z.
Euphoria introdujo un nuevo lenguaje de maquillaje que es maximalista sin verse exagerado; haciendo referencia al estado de ánimo, pero también al contexto de cada personalidad. Esto definitivamente es labor de una gran curación por parte del equipo de maquillaje de la serie, sin embargo va más allá de eso.
La Gen Z tiene una gran necesidad de diferenciarse de las generaciones anteriores. A pesar de tener el objetivo claro, las rutas de acción no son las mismas a las que estábamos acostumbrados. No siguen ningún arquetipo ni estereotipo específico.
Si pensamos en los referentes de series para adolescentes de los millennials, no podemos sacar de la lista a Skins, serie inglesa que retrataba un mundo juvenil mucho más crudo pero donde nunca faltaba el humor (aunque fuera negro). Los personajes también tenían elementos que resaltaban su propia personalidad, pero que iban más en contra tendencia con lo “normal o bien visto” y de ahí se originaba la identidad propia. Una revolución contra el sistema, que construía y permeaba el futuro.
Con Euphoria el giro es igual de interesante, sin embargo la identidad no se construye a partir de nada, existe por sí misma y se va transformando. Las expresiones maximalistas de maquillaje denotan no un desarrollo de personaje en sí mismo, sino una experimentación que se reinventa constantemente, pero que no está en busca de una definición.
Cada personaje tiene un acercamiento diferente con el maquillaje. Rue por ejemplo, una chica en recuperación por sobredosis, pasa la mayor parte del tiempo en sudaderas y shorts, sin embargo su maquillaje es cargado, con glitter excesivo y sin seguir un patrón específico. La mente de Rue es compleja y en muchos puntos sobresaturada, su maquillaje proyecta este estado de ánimo y las famosas “lágrimas de glitter” , describen y hacen énfasis en el estado emocional de Rue a través de la serie.
Maddy es la chica que bien podría tener un canal de maquillaje en Youtube y hacer una fortuna. Sus looks se caracterizan por ser divertidos, experimentales y con un toque vintage, proyectando un lado más feroz y fuerte de su personalidad. Maddy no tiene miedo a ser ella misma y lucirse como tal, sin importar la opinión de los demás.
Por último, tenemos a Jules, quien tiene los cambios más sutiles pero con un fondo más drástico cuando se habla de maquillaje. Las sombras que usa, denotan su estado de ánimo actual o su reacción ante una situación en particular. Vemos looks muy suaves que evocan un sentimiento más dulce e inocente, pero también otros más grunge, donde se hacen evidentes las barreras que tiene hacia otros personajes o situaciones. La variedad de looks, hace alusión a los distintos estados de ánimo que presenta Jules a lo largo de la primera temporada.
Euphoria dio en el clavo de lo que es la generación Z, sus búsquedas y tensiones en el mundo. Creó un espacio donde una brocha de maquillaje no pinta un rostro, sino una historia.
Marcas y voceros que quieran hablarle a esta generación, deben considerar canales y campañas que capturen su expresión propia, rompan estereotipos y reconozcan su estado real (emocional, mental, etc) de la mano de inspiración creativa y ganas de experimentar, pero sobre todo… de divertirse.
