Sin duda alguna, la cuarentena ha logrado acelerar muchos de los diálogos que por alguna razón habían permanecido en el cajón tanto de las marcas como de los consumidores, tal es el caso de la salud mental y la relación positiva que ha llegado a tener con los videojuegos.
Estrés, ansiedad, ataques de pánico y hasta la aceleración de cuadros depresivos fueron algunas de las manifestaciones más fuertes que surgieron a sólo unas semanas del confinamiento; sin embargo, casi a la par, aparecieron también algunos mecanismos y comportamientos bastante indulgentes en los que las personas se refugiaron para lidiar con la tensión y la incertidumbre del entorno. Hoy, por encima de muchas otras dinámicas, el disfrute y la indulgencia tecnológica han aparecido más fuertes que nunca de la mano de los videojuegos.
La aceleración digital generada por el encierro ha facilitado encontrar indulgencia en los videojuegos
México es el país con el mayor número de gamers en América Latina (se estima que son alrededor de 70 millones), además de ser un mercado que de 2018 a 2019 creció un 19%. Sin embargo, a pesar de la enorme oportunidad que este panorama representa, el segmento gamer en el país aún prevalece como uno de los menos abordados fuera de las marcas de tecnología.
Anteriormente, la imagen del gamer conducía casi de inmediato al estereotipo: un jugador hardcore aislado (adicto a las consolas), sin habilidades ni necesidades sociales y alienado en su propio universo; lo cual hoy no podría estar más alejado de la realidad. Actualmente factores como un mayor tiempo de ocio, la búsqueda de distracción y hasta la falta de convivencia social, han hecho que el acceso a los videojuegos sea algo mucho más extendido y hasta democrático. ¿Quién no ha jugado al menos un videojuego en cuarentena?
El mundo virtual no aisla a las personas; en cambio, brinda a los jugadores una comunidad nueva y diversa con la que interactuar, argumenta Itamar Benedy de Anzu.
Cuando preguntamos en redes sociales sobre las principales actividades que los mexicanos han realizado durante la cuarentena, encontramos que el 67% eligió los videojuegos, por encima de otras opciones como cocinar (15%) o jugar con juegos mesa (6%).
Al respecto, los videojuegos más destacados por los usuarios en la cuarentena fueron: Among Us, Minecraft, Free Fire y Fornite. ¿Qué tienen en común estos juegos? No todos necesitan una consola: muchos de los usuarios pueden acceder a ellos a través de un móvil o una PC.
La necesidad de conexión que visibilizó Among Us
¿Quién no ha recibido más de una invitación para jugar Among Us de parte de un amigo, primo, hijo o incluso de completos extraños?
Si nos ponemos estrictos, este juego no es nuevo, fue lanzado a mediados de 2018; sin embargo, durante los últimos meses se volvió la sensación en el mundo virtual. Se encuentra disponible sin costo para móvil en Apple Store y Google Play o para PC en su web oficial a partir de 5 USD, o gratis con la versión de Android en Windows.
¿De qué va? Se trata de un juego en modo multijugador (admite de 4 a 10 personas), el escenario toma lugar en una nave espacial y cada uno de los jugadores asume uno de los dos roles: la mayoría son compañeros de tripulación y al menos uno es impostor. El objetivo de los tripulantes es identificar a los impostores y expulsarlos de la nave mientras se mantienen las funciones de ésta. Mientras que el objetivo de los impostores es matar a todos los tripulantes o sabotear la nave sin ser identificados.
Aunque en definitiva, tanto el juego como la dinámica de juntarse de manera virtual, no son algo nuevo para muchos gamers, sí que lo ha sido para una fuerte ola de jugadores casuales quienes, sin necesidad de una trayectoria admirable en gaming, encontraron en este espacio una manera segura de recuperar el contacto y la convivencia que han visto afectados en el confinamiento.
Si a esto sumamos las horas de traslado que algunas personas están evitando al trabajar o estudiar desde casa, en definitiva, los momentos de ocio pueden incrementarse. Lo que ha llevado a muchos a explorar este hobbie como un tipo de indulgencia que les permite disfrutar de su tiempo libre y al mismo tiempo conectar con otros.
Hoy, lo que la pandemia está reafirmando es que no sólo se trata de un grupo de consumidores creciente, sino también bastante heterogéneo y, contrario a la imagen que algunas marcas aún tienen sobre el segmento, capaz de compartir otros intereses y actividades más allá de los videojuegos. En pocas palabras, no es un público nicho o de especialistas.
En un momento en el que las personas están permitiéndose explorar el tiempo que dedican al disfrute y la distracción a través de las pantallas de sus teléfonos y consolas, es necesario hacer una segunda lectura de lo que realmente significan los videojuegos para los consumidores, mucho más allá del gameplay. Si bien en lo más puro del concepto, se trata de plataformas con miles de millones de usuarios diarios que entran para jugar, también gran parte de la riqueza que aquí se esconde está en la conexión social que estos espacios ofrecen, ya sea dentro de los círculos más cercanos o fuera de ellos.
Conoce a través de nuestra serie de entregas los temas que brotaron libremente desde la agenda de los mexicanos.