Por Inés Vega
¿Recuerdas la libreta de Carlota en la serie Desenfrenadas? Probablemente, puedas reconocer de quién es el trabajo detrás de esa pieza. Cada vez nos es más fácil detectar el trabajo de ilustradoras y artistas visuales por su exposición en medios, como redes sociales. Basta nada más con entrar a sus perfiles para poder identificar los elementos estéticos que conforman su arte.
Antes, para poder adquirir una pieza de arte, era necesario recurrir a los formatos tradicionales (pinturas, esculturas) y, claro, contar con grandes sumas de dinero.
Ahora, estamos viviendo un fenómeno de democratización de las estéticas en el que el foco está puesto en mujeres ilustradoras mexicanas. En éste, las marcas también tienen un papel fundamental ya que, gracias a ellas, los contenidos digitales se materializan y se comparten.
Hasta en los commodities, su arte se hace espacio
¿Consideramos que una botella de agua o un vaso para café son arte? Quizá si esta pregunta se nos hubiera hecho en otra época, la respuesta hubiera sido un no rotundo. Ahora, los límites se doblan un poco permitiendo así la creación de otras plataformas para que estas mujeres muestren su trabajo. Y sí, puede ser tan simple como en un vaso o en una botella.
Fher Val es una ilustradora y tatuadora mexicana muy reconocida, sobre todo por su Proyecto Corazón. El año pasado participó en la campaña #AmaTuCuerpo de epura. ¿Su contribución? Crear una serie de ilustraciones que serían impresas en botellas de edición limitada. Sí, una de ellas era de sus tan famosos corazones.
Otro ejemplo de esta categoría es el trabajo de Ely Ely Ilustra quién se encargó de crear la imagen para la campaña Amor para todos de 7-Eleven México. El resultado fue una serie de vasos y tarros coleccionables para su ya tan icónico café. Como parte de la campaña, también convirtió en murales las paredes externas de un local e intervino piezas para el público. Arte directo y hecho para ti en medio de un 7-Eleven.
Estas piezas han obtenido mayor relevancia en categorías que construyen el lifestyle
Una de las marcas mexicanas que de manera constante ha fungido como una plataforma para mostrar el talento de estas ilustradoras es C&A. En 2018, contó con la participación de Mariana Motoko quién colaboró en la creación de una línea conmemorativa del Día de la Mujer.
En 2019 con la colección Latidos Unidos Mexicanos se expuso el trabajo de Raúl Urías, Priscilla Zamora, Estefanía Chávez y Maremoto.
Ésta última es una joven ilustradora que, desde Ciudad de México, trae a discusión temas como violencia de género, amor propio, queerness, etc. Es reconocida por su trabajo en la colectiva Feminasty y por ser la creadora de imágenes virales que inundan las redes sociales.
A principios de este año, fue la encargada de producir un mural para Casa Nike Women. Su trabajo también se puede apreciar en la serie Desenfrenadas de Netflix pues es ella quién está detrás de la libreta de Carlota.
Si seguimos fortaleciendo este fenómeno de lo virtual a lo tangible, del arte a lo cotidiano, quizá podremos resignificar nuestras marcas y dignificar el trabajo de las ilustradoras. Impulsemos sus estéticas, hagamos arte.