El cambio de rutinas de belleza: un espacio de indulgencia dentro de la pandemia

El confinamiento ha cambiado el comportamiento de los consumidores y la industria de belleza no es la excepción. Si bien, en 2019, las categorías de fragancias, maquillaje y tratamientos para la piel registraron un aumento del 6.6% en ventas según datos de NPD México, 2020 cuenta otra historia. De acuerdo con CANIPEC, las ventas de maquillaje cayeron un 21% entre marzo y junio, y la categoría de fragancias continúa yendo a la baja.

A pesar de este panorama, los productos de cuidado personal están repuntando más que nunca. En marzo de 2020, Amazon México reportó que entre los productos de cuidado personal más comprados se encontraban los tratamientos anti-edad y las tijeras para cortar el cabello, sólo un poco por debajo del gel anti-bacterial, el jabón desinfectante y los cubrebocas.

El cambio de prioridades y la importancia de la indulgencia

En un mundo donde lo incierto es el eje general del día a día, son los pequeños momentos para consentirse a uno mismo los que han tomado una gran importancia durante la pandemia, pues representan anclas de estabilidad y certeza dentro de un panorama de constante incertidumbre. Dentro del panorama actual, la indulgencia va ligada a un estado de bienestar que brinda la sensación de movimiento dentro de la rutina diaria. El encierro, además de modificar las rutinas estructurales del día a día, también ha provocado un fuerte movimiento dentro de las rutinas de belleza. Las prioridades han cambiado. El maquillaje ha pasado a segundo plano y hay una mayor concentración en tener una piel sana y balanceada. No sólo se trata de limpiar, sino de hidratar y proteger. Las rutinas de cuidado facial son pequeños espacios para consentirte, al mismo tiempo de brindar grandes beneficios que se notan a corto y largo plazo. 

La exploración está al alza. Tutoriales, recetas caseras o recomendaciones son las fuentes principales de estas nuevas (y no tan nuevas) rutinas diarias.

La belleza indulgente como refugio y espacio seguro

A pesar de que algunos salones de belleza ya han retomado actividades y ofrecen medidas seguras para operar, algunos todavía tienen sus reservas para asistir a estos lugares. La casa sigue siendo un punto de referencia seguro para explorar nuevos looks y productos.

Según CANIPEC, hay 8 categorías a las que los mexicanos les dimos mayor relevancia: shampoo, cuidado de la piel (cuerpo), pasta dental, tintes, cuidado del cabello (varones), cuidado de la piel (varones), cuidado de la piel (manos) y enjuague bucal. La mayoría de los productos están completamente enfocados al cuidado e higiene personal; sin embargo, esto no le resta a la indulgencia ni a la experimentación, al contrario. Estos productos han sido aliados en la exploración de nuevas rutinas tanto diarias como de apapacho durante tiempos difíciles. Todo depende del significado y el papel que juegan dentro del ritual del consumidor mexicano.

Las rutinas siguen y probablemente seguirán cambiando: la búsqueda por autocuidado y reducción de estrés es cada vez más frecuente. El rol de la indulgencia puede ayudar a las marcas en la categoría de belleza a conectar con sus consumidores a través de otros enfoques: por ejemplo, consentir en vez de perfeccionar o rituales más personalizados en vez de rutinas estrictamente rígidas.

Existe una buena oportunidad de dirigir la conversación a nuevos espacios de experimentación y el mercado está abierto a explorarlos.


Conoce a través de nuestra serie de entregas los temas que brotaron libremente desde la agenda de los mexicanos.