Por Carmen Molina Kostantonis
¿Qué tiene que ver Geert Hofstede con Animal Crossing-New Horizons? Viéndolo a grosso modo podríamos decir que nada, pero si le agregamos una pandemia y una cuarentena que a veces parece infinita -y no muy bien definida- las cosas cambian.
Animal Crossing es un videojuego donde los jugadores crean su propio mundo desde cero. Conforme éste avanza, uno va obteniendo más herramientas y encuentra más actividades para conocer, construir, plantar y mejorar su isla. Las posibilidades son infinitas pero proporcionales al número de horas invertidas en éste.
El timing perfecto
El videojuego salió en el momento justo en que el encierro en muchas partes del mundo empezaba. De repente, personas que jamás habían tocado un videojuego en su vida, estaban pasando horas pegados a la pantalla de un Nintendo Switch sin saber realmente por qué querían estar plantando árboles y construyendo casas virtuales en una isla.
Animal Crossing no es necesariamente un juego nuevo, su popularidad se remonta al 2001 cuando salió la primera versión de éste, y hoy la serie consta de 7 juegos diferentes. ¿Entonces, por qué New Horizons conquistó las pantallas de tantos usuarios?
Las dimensiones culturales de Hofstede son una guía para responder esta pregunta.
El modelo de las 6 dimensiones culturales de Hofstede, nos ayuda a entender cómo diferentes sociedades reaccionan ante distintas situaciones a lo largo de su vida, pero en este caso, nos permite vislumbrar el por qué el mundo de Animal Crossing era lo que mucha gente necesitaba, y cómo se adapta perfectamente a 4 dimensiones culturales que nos ayudan a entender las necesidades de otros sin importar su origen.
¿Quieres venir a mi isla?: la gran importancia del colectivo
La cuarentena cortó de tajo casi toda la interacción que considerábamos cotidiana en nuestras vidas. ¿Cumpleaños, fiestas, bodas o una pequeña reunión? A veces parecen demasiado lejanos los días en que la planeación de estas celebraciones ocurría a diario. Este juego ayudó a que el golpe se sintiera con menos fuerza, construyendo un puente más cercano, (comparado con otras alternativas digitales) para contrarrestar la necesidad de conexión, al hacer sentir la interacción mucho más tangible. Para los que estaban -o continúan- solos, resultó una excelente forma de reconectar con sus amigos o formar parte de una nueva comunidad. Además, por aplicaciones como Youtube y Twitch, el mundo de éste juego se expandió más allá de la pantalla, haciendo que muchos no usuarios interactuaran con el juego.
Foto: Animal Crossing
¿Incertidumbre?, ¿dónde?
Uno de los sentimientos más recurrentes de estos tiempos es la sensación de incertidumbre ante no saber cuándo -o si es que- volveremos a la normalidad. Esto no existe en el mundo de Animal Crossing. Éste videojuego devolvió un poco el control y la autonomía a muchos que lo necesitaban.
Mientras en el mundo real se viven escenarios de encierro y peligro constante, dentro de este juego puedes salir, jugar, pescar, construir… ¡las posibilidades son infinitas y todo depende de ti! La incertidumbre no existe dentro de esta interfaz con reglas claras y… felices, lo que claramente supone una buena alternativa para reducir la ansiedad. Un escenario perfectamente atractivo, donde probablemente todos -por lo menos ahora- preferiríamos vivir.
Foto: Animal crossing, Melissa Montoya
Indulgencia: qué bonito es lo bonito
Uno de los distintivos que resaltan de este juego es su estética tierna y sí, completamente bonita en todos los sentidos.
Los personajes, las islas, las interacciones; todo apela a un mundo muy alejado de la realidad, pero que tanta falta nos ha hecho últimamente. Aquí no hay límites sobre absolutamente nada, pues el nivel de personalización que le des a tu isla es proporcional a la creatividad que tengas para construir y decorarla. Las opciones dependen de cuántas horas le inviertas el juego. Aquí, menos no es más.
Foto: Shack News
Orientación a largo plazo: ¿cuánto tiempo ha pasado?
Una de las características principales del juego es que el tiempo transcurre igual que en la vida real. Las modificaciones a tu isla llevan tiempo, por lo tanto es un juego al que hay que invertirle paciencia pues pasarán varios días hasta que tengas la isla perfecta para ti. Esto para muchos es un elemento negativo por la espera que implica cada modificación, pero para otros, es la clave para hacer que la expectativa sea mucho mayor y la satisfacción sea proporcional al tiempo de espera. Esta dualidad no se aleja mucho de la vida cotidiana, donde ciertas sociedades pueden tornarse impacientes al no obtener resultados rápidos, mientras que otras encuentran un valor agregado a pensar en el futuro.
Foto: Forbes
Como ves, éste juego ha tenido significados más profundos debido al contexto social actual. No significa que otros videojuegos carezcan de estos mismos, sin embargo, Animal Crossing llegó en el momento justo, y por sus características tan amigables, atrajo nuevas y diversas audiencias en todo el mundo, permitiéndonos dar una escapada a la playa o tomar unas pequeñas vacaciones desde “la comodidad” de nuestro hogar.