Por Mariana Ruiz
Los influencers en el mundo han consolidado su título a través de la creación de contenido que los diferencia. Comparten un estilo de vida particular que atrapa a sus seguidores por las novedades que muestran y por su capacidad de descubrirse en nuevos escenarios de manera constante.
Pero ahora que la pandemia nos tiene confinados, muchos influencers se encuentran en un momento de conflicto y reinvención. Es momento de sacar todos los trucos posibles para mantenerse relevantes ante los ojos de sus followers. Algunas de las situaciones que han destacado son:
El contenido era su identidad
Muchos influencers se han construido a través de contenido de descubrimiento constante. Unos destacan por hacer las mejores recomendaciones de nuevos restaurantes, museos, actividades y experiencias; otros más son uno mismo con aviones y carreteras, por lo que se han convertido en referencia de viajes, de movimiento, de hallazgos y de actividades al aire libre.
Hasta ahora, estos influencers han tenido que recurrir a memorias y deseos futuros. Es decir, se han visto en la necesidad de compartir contenido para que sus seguidores mantengan interés y sientan empatía hacia sus publicaciones.
Sin embargo, las memorias y promesas de actividades futuras pueden no ser suficientes. Algunos, aprovechando que tienen un gran foro, están cambiando completamente su contenido y moviéndose a otras categorías. Mostrar una nueva cara es aceptar que probablemente también sus espectadores serán distintos.
Momento de mostrar sus verdaderos colores
El encierro se ha convertido en una experiencia que nos está cambiando a todos, estamos viviendo un momento para el que nadie estaba preparado y nos toca improvisar. Esto no es distinto para los influencers, por lo que muchos están optando por ser más cándidos y mostrar su “verdadera” cara a través de un contenido más íntimo.
¡Es la oportunidad perfecta para relacionarse con sus seguidores de una manera más humana! Además, aprovechan su fama para confirmar que los sentimientos que se están viviendo con el cambio son normales y que nadie se salva de esto. Se han convertido -algunos de manera consciente y otros no tanto- en un soporte emocional para las personas que los siguen o admiran; son compañía en momentos de soledad y un espejo en cuanto a emociones y momentos de autodescubrimiento.
Este acercamiento también ha hecho que algunos se muden de plataformas para mantenerse relevantes. Aquí sí aplica el “más es mejor”.
Abusando del poder
La influencia que tienen puede resultar dañina para la reputación de algunos, pues han usado su fama para tener cosas a las que los simples mortales no podemos acceder con facilidad, lo cual crea molestia por parte de sus seguidores.
Y es que no están mostrando objetos que solo sean aspiracionales, como lo pueden ser maquillaje, juegos o bolsas, sino productos que resultan vitales para todos. Un ejemplo que ha destacado es el de las celebridades que han tenido acceso a pruebas de COVID, las cuales resultan escasas e incluso inalcanzables para muchos.
Esto ha causado un descontento general que, apelando a que “no hay mala ni buena publicidad”, ha hecho que muchos influencers sean aún más visibles, lo que puede resultar benéfico para sus bolsillos.
Otros más comparten información errónea o venden productos “mágicos”, aprovechándose de la vulnerabilidad y miedo de las personas. Incluso algunos son poco empáticos y crean contenido que parece ser solo para mantenerse relevantes y no con el fin de que sus seguidores se sientan mejor.
COVIDiotas
Con todo el cambio que ha traído la pandemia no es de extrañar que estén surgiendo neologismos constantes, y uno que resulta muy interesante es el término “COVIDiotas”. Según Urban dictionary son aquellas personas que ignoran los protocolos de salubridad, que por necedad o imprudencia salen de casa, ayudando a que el virus se propague.
Obviamente esto se ha convertido en una tendencia, haciendo que algunas personas se transformen en anti-influencers. Están ganando fama a través del odio colectivo que causan sus acciones. Muchos influencers ya establecidos, están pasando a la lista negra de sus seguidores por actuar de manera egoísta o inconsciente en épocas de cuarentena.
Sin embargo, que sea una tendencia resulta preocupante, ya que viralizar retos lleva a algunos seguidores a actuar de la misma manera, poniendo en riesgo su salud y la de otros.
Así que, en momentos de crisis, mantener el estatus de influencer puede resultar extremadamente complicado. Todos estamos pasando más tiempo en redes, pero estamos siendo también más críticos y tajantes respecto a las personas que queremos mantener en nuestras notificaciones.