Por Ana Paola Rodríguez
Actualmente estamos entrando a un espacio (o nueva era) en donde los temas sobre desarrollo social y personal están permeando en nuestras decisiones y actitudes. Más que nunca, todos nosotros estamos actuando a través de la reflexión: visualizamos y cuestionamos todos los posibles escenarios y consecuencias de nuestros actos, incluyendo las decisiones de consumo.
Ya no basta con tomar actitudes pasivas que hace algunos años eran todavía permitidas (por ejemplo tirar la basura en el bote de reciclado), ahora a nivel colectivo y personal nos sentimos obligados y responsables de todo lo que hacemos… y consumimos .
Tomar en cuenta el IMPACTO DE NUESTRAS DECISIONES está añadiendo un nivel de complejidad en donde incluso elegir el PDV resulta un proceso cuestionable.
Aunque las generaciones jóvenes son los principales pioneros, esta era de la consciencia no es solo para algunos. Sin importar la generación, perfil o nivel socio económico todos se están sumando de alguna u otra manera. Como marcas, es importante entender estas nuevas necesidades para sumarse a través de sus productos y servicios de manera diligente.
Las marcas en la era de la consciencia
En cierto nivel y para algunos consumidores, las marcas y productos con tintes “anti consciencia“ (como por ejemplo los productos con alto contenido de plástico) comienzan a ser los principales enemigos de esta nueva era, sobretodo en ciertas categorías fácilmente relacionadas al impacto ambiental y a las comunidades o trabajo justo.
Esta es una nueva época para nosotros, y por consecuencia, de confusión sobre lo que se debe o no hacer (o comprar). Dudamos de lo que las marcas y otros actores antes percibidos como autoridad, nos comunican. En consecuencia, el consumidor se ha puesto en estado de alerta, activando su “radar del impostor”, lo cual implica que cualquier paso en falso por parte de las marcas o productos con respecto a esta nueva era puede son perjudiciales. Esto ha ocasionado que muchos perfiles de consumidor se acerquen a PYMES en donde sus procesos y productos son percibidos como transparentes (por ejemplo los bazares artesanales).
Esta nueva actitud consciente ha impulsado y acrecentado 3 nuevos tipos de consumo que hoy en día están viviendo en distintas categorías:
- CONSUMO RESPONSABLE: Primero el planeta
Los beneficios y daños que genera su compra se piensan en un nivel profundo y busca generar sentido. Está principalmente enfocado en los daños ocasionados a nivel social y ambiental.
¿En dónde lo hemos visto? Algunos ejemplos
- Exaltación masiva a nivel de comunicación de los beneficios secundarios de la copa menstrual.
- Fiestas eco friendly en donde los asistentes llevan sus propios vasos con el objetivo de evitar los desechables.
- Compra de segunda mano como principal punto de consumo para algunos perfiles.
- Compra y apoyo a PYMES, productores y artesanos.
- Foco en compra de productos nacionales.
- Modificación de hábitos y rutinas: se compromete la practicidad con el objetivo de no desperdiciar o generar basura: por ejemplo, compra de ropa y artículos de higiene personal)
- CONSUMO INTELIGENTE: Menos es más
El foco principal está en la funcionalidad y practicidad. Principalmente tiene que ver con un tema de durabilidad y calidad = costo beneficio.
¿En dónde lo hemos visto? Algunos ejemplos
- Evasión o disminución en el consumo de la Fast Fashion. Inversión enfocada a la durabilidad en vez de a la cantidad.
- Disminución en la compra por impulso. Se ha notado una nueva cultura de comprar “únicamente lo indispensable”
- Crecimiento de tendencias ad hoc: minimalismo
- CONSUMO ALTERNATIVO: Abiertos a nuevas experiencias
Sale de la “zona de confort” en búsqueda de nuevos formatos y estilos en búsqueda de nuevas opciones de consumo.
¿En dónde lo hemos visto? Algunos ejemplos
- Incremento en la búsqueda de bazares o plataformas de segunda mano.
- Incremento en compra de productos artesanales (jabones, comida orgánica, joyería).
- Compra y apoyo de productos elaborados
PASO A PASO MÉXICO VA PARA ALLÁ
Las tendencias de la nueva era se han estado incubando ya desde hace muchos años alrededor del mundo, sin embargo, para México están empezando a tomar más fuerza.
No nos sorprendamos que en unos años esta tendencia permeé en todo lo relativo al consumo.
Como marcas hay que estar alerta, es importante entender al nuevo consumidor desde este enfoque para poder sumar y aportar a esta nueva actitud que se preocupa y concientiza con el objetivo de hacer de este mundo uno mejor.
La participación activa de las marcas es un factor fundamental para lograr el éxito y el cambio que todos nosotros estamos buscando.
¿Están listos? Si sientes que no sabes cómo empezar a navegar en esta nueva era ¡no te preocupes! Estamos a punto de lanzar nuestro Sindicado de Consumo Slow: edición fast fashion; dónde encontrarás insights que podrán ayudarte a entender este cambio de paradigma y los pasos a seguir como marca.
¡BIENVENIDOS A LA ERA DE LA CONSCIENCIA!
