Por Carmen Molina
La idea de acabar con los estereotipos y encasillamientos establecidos a través de los años se ha construido desde hace un tiempo across categorías.
Pensar en conceptos como masculino o femenino durante mucho tiempo significó responder los roles culturalmente aprendidos y delimitados por la sociedad.
Si pensamos en los cánones del consumidor a través del tiempo, siempre se ha visto influenciado por la constante exposición de lo que debería ser ante la sociedad, con solo unas cuantas minorías desafiando el status quo.
En la actualidad esto ya cambió, el consumidor es más inteligente, sabe lo que quiere y tiene expectativas muy claras. Por esto, no es sorpresa que vivimos un momento donde exigir ciertos estándares a las marcas ya no se limita únicamente a calidad y precio, sino a inclusión, congruencia y diversidad.
El futuro: consumidores sin género
Sin entrar en materia sobre todos los cambios culturales que han existido en el mundo con respecto a la diversidad de género, hoy podemos decir que el consumidor está exigiendo más visibilidad y oportunidad de exploración en lo que respecta a este tema.
Este movimiento cultural es sumamente fuerte, cargado de lucha por visibilidad y representación. Lo que empezó como una tendencia dentro de un contexto donde la heteronormatividad ha sido la regla, es hoy uno de las más grandes causas de reconocimiento.
¿Qué rol juegan las marcas?
No basta con mantener los roles perpetuados por años, tampoco se trata de jugar a una agenda incluyente solo porque sí, sin embargo hay varios medios de entrada al mundo sin género desde moda, juguetes, fraseo de los productos o un empaque de género neutro. Pequeños esfuerzos que pueden transformar el discurso en gran medida.
Al principio puede parecer un movimiento muy brusco para algunas marcas, sin embargo este cambio cultural está impactando muchas esferas en el mundo.
El concepto de femenino y masculino cada vez se desdibuja más, dando paso a una nueva generación de consumidores que se alejan más de los estereotipos y se acercan más al individualismo de una manera más trascendental, completa y ética. Como marca hay una gran oportunidad de ser aliado y guía dentro de este mundo, donde realmente el protagonista es el consumidor por sí mismo y su propia identidad.